viernes, enero 14, 2005

Un Chiste Para Desearles Lo Mejor para el 2005

Pues aquí estoy.

No estaba Muerto ...andaba de parranda, como dice la canción.

Espero que las fiestas de Navidad, Año Nuevo, Día de Reyes y todas las fiestas particulares que hayan tenido les hayan dejado satisfacciones, felicidad y nuevos ánimos.

Para continuar con el buen humor y empezar el año con una sonrisa les dejo un chiste que oí en una de tantas fiestas. A mí me causo mucha gracia, espero que a ustedes también.

Rsulta que un viejecito de 90 y tantos años va al médico y este después de examinarlo le dice: "Caramba don Ponciano, usted si que me sorprende, lo encuentro en perfecto estado de salud. Incluso sus exámenes muestran que está como un coche de colección....todo le funciona"

Don Ponciano, con su cascada voz le responde.... "Y así me siento doctor. Con decirle que me acabo de casar hace un par de meses, mi esposa tiene 20 años y ¿que cree doctor?....ya está embarazada esperando nuestro primer hijo".

El galeno, rascándose la cabeza y tomando al anciano por el brazo le dice: "Venga acá Don Ponciano, le voy a contar una historia" y sentándolo en el sillón del consultorio le empieza a decir: "Tengo un cuñado que es aficionado de toda la vida a la cacería , no se pierde una temporada de caza. Este año por ejemplo fue a Wyoming con su compadre Eulogio a la caza de borrego cimarrón."

Despues de una pequeña pausa el médico continua: "Rentaron una cabaña en las montañas y en la mañana salieron muy temprano, Eulogio estaba calentando la camioneta y al salir mi cuñado, con las prisas, tomó un paraguas en lugar de su rifle".

"Ya en lo profundo del bosque se separaron un momento para seguir huellas, cuando de pronto a mi cuñado se le aparece un enorme oso grizzly de tres metros de altura....furioso y erguido sobre sus patas traseras listo para atacarlo."

"Mi cuñado apuntó lo que creía era su rifle y con su mano temblorosa hizo el movimiento de jalar el gatillo, repentinamente se oyó un estruendo y el oso cayó fulminado, muerto, con un certero tiro en el medio de los dos ojos."

Don Ponciano mira al doctor con cara de incredulidad y le dice "¡Ay no mame Doctor! ¿acaso piensa que estoy pendejo?....de seguro Eulogio, el compadre, andaba ahí cerca y le disparó al oso con su escopeta"

El doctor dando una palmada al anciano en la pierna le dice "Precisamente señor.... ese es el punto al que yo quería llegar........"